La programación del acto era la siguiente: En total oscuridad, pero en la más absoluta oscuridad, se rezaría un "Padre Nuestro" y tras eso, mientras se oía el tema "Tú mi alfarero" de la hermana Glenda, se encendería una luz que solo iluminaría el rostro de Jesus Humillado Esa pequeña luz, según como iba evolucionando la canción, iba a ser agrandada hasta iluminar todo el altar, a continuación se encendería el resto de luces y dejar toda la habitación iluminada, mientras acababa la canción se purificaría el altar.
A continuación se rezaría otra oración a Jesus Humillado, se leería el evangelio del día y por último se repasarian todos los cultos previstos en su honor. Quizá sería el culto menos religioso de todos pero el más vistoso.
Ese era el plan, pero la realidad fue totalmente distinta.
La tarde del sábado 13 de febrero de 2021, sobre las 19:00 horas con muchas ganas y emoción, nos dirigimos a la capilla para iniciar los cultos en honor a Jesus Humillado.
Dos eran los hermanos asistentes. En total oscuridad se rezó el Padre nuestro a Jesus Humillado y empezó la parte musical, pero cuando fuimos a encender la luz que iluminaba el rostro de Jesus Humillado esta no se encendió, fue entonces cuando nos dimos cuenta de que no estaba enchufada a la corriente, pero si la enchufábamos se encendería todo y el efecto se perdería, por tanto, en total oscuridad tuvimos que apagar las lámparas, enchufar la luz etc, mientras la parte musical iba avanzando, por tanto, cuando la conseguimos encender, se había perdido todo el efecto y como la parte musical se concluía no pudimos purificar el altar, el encendido de este se hizo de forma precipitada y se perdió toda la emoción.
Una vez todo encendido y con la canción terminada, de forma rápida y algo nerviosa, se rezó a Jesus Humillado, se leyó el evangelio del día y se repasaron los cultos en su honor, sin mucho orden o tranquilidad.
Como no se pudo purificar el altar, el culto se acabó oyendo de nuevo la canción y purificando.
En resumen, cualquier parecido entre la planificación y la realización final, fue una pura coincidencia, los cultos no empezaban nada bien. Es más pensamos en parar y empezar de nuevo, suspenderlo etc, por tanto, acabamos muy nerviosos y desilusionados.
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