Es cierto que lo estábamos celebrando muy avanzado el mes, pero no queríamos iniciar los preparativos de la Semana Santa sin haber hecho el culto del mes y sobre todo no queríamos desaprovechar la ocasión de celebrar un culto mensual donde estuvieran en la capilla todos los enseres que nuestros penitentes sacaran en próximo Lunes Santo. La capilla estaba repleta y resplandeciente no sólo por la plata y el brillo de los enseres, sino por toda la luz natural de las velas o el sol y la artificial de las lámparas y focos.
El ambiente también fue magnífico porque el humo y el olor a incienso invadía la sala y nuestro corazón. Incienso comprado dos días antes en la casa de hermandad de la Esperanza y que es supuestamente con el que Ella riega Málaga cada Jueves Santo.
Fue un culto dedicado por supuesto a la Semana Santa, a la Semana de Pasión a la semana en la que Jesús sacrifica y da su vida por nosotros y al tercer día resucita prometiéndonos así una vida eterna.
Pasión y muerte de Jesús que ya celebraremos en la corporación, con la solemnidad y el dolor que merece, el Jueves y Viernes Santo pero ahora queríamos celebrar el inicio de la Semana Santa llena de alegría, de color, de la luz y de la grandeza del Domingo de Ramos. Es verdad que este año una vez más va a ser una Semana Santa especial, sin tronos en la calle, pero queríamos que para nosotros fuera una semana de alegría con unos preparativos llenos de fe, de contenidos religiosos pero sobre todo de mucha alegría. Prometimos celebrar una semana de acción de gracias porque si recordamos o comparamos esta Semana Santa con la anterior en esta solo debemos dar las gracias.
Para recordar la alegría del inicio de la Semana Santa se leyó el Evangelio de San Mateo cuando cuenta la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén a lomos de su pollino, se rezó a nuestros titulares oraciones llenas de gozo, de alegría y sobretodo se dio gracias.
Semana Santa, alegría, salud y gracias fueron las palabras que más se repitieron a lo largo del culto, creo que infinidad de veces. Fue el culto de las gracias pero también de la salud porque se habló mucho de salud, se pidió por el fin de la pandemia, por los enfermos de esta, se dio gracias por el número de curaciones, por las personas que no estamos afectadas, por los no efectos de la vacuna y de sobre todo se dio muchas gracias por la salud de las personas que conocemos que actualmente están enfermas, ya que nuestros titulares las están cuidando y se pidió que siguieran cuidándolos.
Se dio gracias por los momentos cotidianos vividos en familia, por los cultos de Cuaresma de JHC, por los preparativos de la Semana Santa y se pidió seguir trabajando con alegría, pero sobre todo por hacer que esta Semana Santa sea la semana de la alegría y la de acción de gracias.
Decir que la parte musical estuvo a cargo por la música de capilla de una coral de niños de Sevilla, precioso y que el párrafo introductorio fue muy bonito.
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