Y después de 2 días de preparación, el martes 16 de febrero del 2021, sobre las 19:30 horas iniciamos el Quinario en honor a Jesus Humillado, uno de los momentos cumbres de nuestra corporación y que anualmente esperamos con mucha ilusión.
Toda la capilla estaba a oscura, solo estaba iluminada, con dos luces artificiales y dos velas, para que nada pudiera distraer nuestra atención en nuestro titular, el olor a incienso, que fue constante, el humo abundante y la música de fondo del concierto de Semana Santa de 2017 de la Escolanía del Escorial, nos ayudó a meditar y entrar en el Quinario.
Este año, por supuesto, no podía ser de otra manera, el quinario estuvo relacionado con la pandemia que está azotando el mundo.
Como cada año, meditamos las 5 llagas de nuestro Jesús y las relacionamos con las 4 virtudes cardinales, para así ser mejores personas, como a Él le gusta y para poder llevar mejor estos tiempos en los que vivimos.
La estructura de los 5 días fue la siguiente y siempre similar.
Entrábamos solemnemente y tras decir la frase del salmo del día y meditar un poco, se leía una oración de la orden trinitaria dedicada a Jesús prisionero, y tras un saludo e introducción al tema a tratar, leiamos una oración a la llaga que íbamos a meditar, después se leía un trozo del evangelio dedicado con la virtud y la llaga a tratar y después se meditaba sobre lo leído, pedíamos perdón, haciamos proposito de enmienda, se daba gracias y se pedía a JHC, después de un tiempo de silencio y reflexión sobre lo dicho, se decían tres frases sobre JHC y tras cada una de ellas, se rezaba un Padre Nuestro, leíamos el evangelio del día y tras este, nos despedíamos. El culto se terminaba con una oración dedicada a Dios para pedir por la solución de la pandemia y la lectura de la frase del salmo del día..
Dicho esto, el primer día estuvo dedicado a la llaga del pie izquierdo de Jesús y la virtud de la prudencia. Leíamos el Evangelio de San Marco capítulo 7 del 18 al 23, donde se habla de que lo malo del ser humano es lo que le sale del corazón, vimos como el corazón de Jesus Humillado siempre estuvo limpio y fue prudente, pues siempre se controló y meditó antes de actuar. Pedimos perdón por las veces que no somos prudentes y actuamos o hablamos a sabiendas que hacemos daño y prometimos pensar más antes de hablar y no criticar.
Dimos las gracias por las personas que son prudentes en sus comportamientos y ayudan a evitar que la pandemia se extienda y por los científicos que investigan para que conozcamos datos para poder ser más prudentes y pedimos para que proteja a los científicos y de luz a las personas que no respetan las normas de convivencia en esta pandemia y que lo haga más prudentes.
Fue un culto lleno de sentido, emoción y concentración. Su duración fue mayor a la que esperábamos, pero es que se hicieron muchas pausas, para mirar a JHC y dar sentido a todo lo que decíamos. Fue muy bonito y acabamos repleto de satisfacción.
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