Debido a una obligación familiar, salimos de casa a las nueve de la mañana y no regresamos hasta pasada las once de la noche, con lo cual, ni tan temprano, ni tan tarde era el momento de celebrar el V dia del Quinario y más siendo el más especial.
Habiamos hecho un Quinario, muy sentido, muy sencillo, con muy buenas intenciones y reflexiones, muy provechoso y no queríamos estropearlo el ultimo día, por tanto, cerramo el Quinairo, no el domingo 14 de febrero sino el lunes 15 de febrero por la mañana.
Y lo cogimos con tantas ganas, el Altar estaba iluminado por las velas, las luces artificales y la luz del sol.
Los cantos que oimos fueron muy alegres, el altar estaba exornado con parte de nuestro ajuar procesional, las oraciones fueron muy sentidas, muy festivas y de acción de gracias, cerramos el Quinario por la puerta grande.
Tras acabar la misa nos sentimos muy satisfecho de esta semana de cultos en honor a nuestro Titular pese a lo reducido del tiempo libre.
Leimos ademas del evangelio del día el evangelio de San lucas 23 del 8 al 12, la reflexión fue muy personal y muy cercana a nuestro Titular y el amor que le profesamos.
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