Eran las diez de la noche, tras la oración inicial, la camarera leyó una oración preparatoria ante el "Santisimo", luego tras unas oraciones, se leyó el evangelio de la Eucaristia, o sea, la ultima cena del Señor y tras oraciones, la menor de las hermanas, leyó un himno eucaristico, precioso y muy bien leido.
Para acabar, como había niños y pensamos que la religión no debe ser algo triste, pusimos musicas alegres y acabamos todos bailando ante El.
" Yo tengo un amigo que se llama..." fue lo que cantamos.
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