Este año 2020 especial, o mejor podemos llamarlo inusual en todos los sentidos, hemos decidido en vez de celebrar tres días de rezo del Santo Rosario en honor a MBT, hacer sólo uno y celebrar un triduo, usando como base la oración del akathitos y la relación de María con la Stma. Trinidad.
Akathitos es una oración que data del año 600 DC, usada en la iglesia bizantina y que empezó a aplicarla en nuestra iglesia el Papa Juan Pablo II. En ella atraves de salves a la virgen, advocaciones, glorias y textos en versos se ensalza la figura de María como persona especial, en el momento de ser madre y en el anuncio del angel, pensando que este año al tener más asistencia de hermanos a los cultos podían cansar tres días de Rosario se decidió hacer un triduo partiendo de esta oración pues nos habla de María como madre de Jesus, María como esposa del espíritu santo y como persona especial tocada por Dios Padre, o sea, la relación de María con las 3 personas de la Trinidad.
Se decidió hacer ese triduo que se inició el domingo 31 de mayo del 2020 a las 12: 40 aproximadamente acabando casi 13:00
La capilla iluminada por velas y luces especiales recibía al orador con el canto del "Ave Maria" tras la frase de "MBT hija predilecta de Dios Padre" y un tiempo de meditación se iniciaba el primera día del triduo con un saludo donde se hablaba de este y la relación que íbamos a tratar ese día, después se saluda la excelsa majestad de Maria como lo hizo el ángel con el rezo del Ángelus, tras eso se veía a María como Hija Predilecta del Padre con la lectura del Genesis donde se habla de la mujer que vendrá a dar a luz a un niño vestida de sol.
Después de explicar un poco como María fue la hija especial de Dios padre pues nació sin pecado original la vimos como ejemplo de hija celestial y terrenal pues siempre siguió la voluntad de Dios sin rechistar, miedo o dudar y cuidó a sus padres con amor. Pedimos tener más confianza en Dios menos miedos y ser mejores hijos mucho más paciente y sonrientes y dimos gracias por tener amor en el Padre Dios manteniendo nuestra fe y gracias por nuestro Padre terrenal y la gran labor que esta haciendo.
Después leímos el Akathitus, que se leyó muy tranquilo, con mucho sentido, muy organizado y muy detallado.
A continuación meditamos los leído y explicado mientras en silencio purifica amos el altar y oíamos el "Ave Maria" cantado por Niña Pastori y tras eso un rezo de despedida, una despedida y el culto se dio por acabado.
Creo que fue un gran culto, muy bien preparado pero también improvisado, por ello se habló muy directamente y desde el corazón a Maria Bendecida, pues, estábamos muy cerca, el Ángelus salió perfecto muy bien acompañado, el momento de la música fue muy emocionante, todo cuadró muy bien, el, sentido no se perdió, no fue corto, ni se hizo largo. El mensaje llegó y se creó un vínculo muy bonito, real y espiritual entre los asistente y Maria Bendecida.
Salimos muy satisfecho con ganas de mucho más, si se tuviera que valorar le pondríamos un 9,75
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