Después de una mañana bastante ajetreada donde en una mesa se preparó todo lo necesario para la celebración de vigilia, siempre a oscuras, pues la capilla seguía en total oscuridad, iluminada solo por velas naturales, procedimos a cambiar de ropa a Maria Bendecida.
No fue tarea fácil, pues se hizo en la propia capilla y a la camarera primera de Maria Bendecida, le costó hacerlo. Este año debido a ciertos problemas de agenda, el acto de cambiar de ropa a nuestra titular no se hizo dentro del culto de la vigilia, como el año pasado, sino por la mañana como se hacía siempre. Una vez sin el luto, el vestidor comenzó a vestir a Maria Bendecida, de blanco para la Resurrección pero no fue fácil porque la tela blanca de la saya no tenía consistencia, se tuvo que parar, descansar y después volver, pero usando otra saya plata y blanca.
Una vez la imagen vestida, que ya de madrugada se volvió a retocar, siguió a oscuras en la capilla e iluminada por velas naturales.
Tras la merienda comenzó el sábado 16 de abril del 2022, la vigilia en sí.
Eran las 18: 15 aproximadamente, totalmente a oscuras, tras oír campanas de luto, entramos en la capilla, una hermana nos esperaba.
Tras un triste y serio saludo, se rezó un Ave María y comenzó el culto, dividido en 4 partes.
1. Lecturas de la noche Santa.
Mientras se oía por Internet un audio de la primera lectura, se desmontó el altar de luto y se limpio con agua clara y un lienzo en blanco toda la capilla. Paramos para oír y repetir el salmo. En la segunda lectura se encendieron parte de las luces de la capilla y se oyó a continuación el salmo. En la tercera lectura se quemó incienso y se purificó toda la capilla.
Las lecturas de la noche Santa que se tenían previstas oír, se perdieron en la red de redes y no las encontramos, así que a última hora y minutos antes de empezar, elegimos unas, pero eran muy breves, no estaban enteras, solo eran 3, los salmos muy cortos y el lector las leía a toda velocidad, así que cuando estas acababan nos dedicábamos a rezar "Ave María". La verdad que esta parte fue menos liturgica que otros años pero mucho más sentida y breve y por tanto menos espesa.
2. Pregón pascual.
De nuevo más breve que el año anterior, pues en muy poco tiempo se montaron las paredes de la capilla, forradas de antemano de celeste, se puso en su altar al Niño Jesús, se colocó en una pared la cruz trinitaria y en la otra la del Domingo de Ramos, se montó el altar de Resurrección y pusimos a Maria Bendecida presidiendo al mismo. De nuevo fue todo muy fácil y por tanto, muy breve.
Mientras lo haciamos se oía alegre y festivo el canto del pregón de Pascua.
3. Resurrección de Jesus Humillado.
Se leyó el evangelio de la Resurrección, sonaron los acordes del Aleluya y se quitó el docel negro que durante 3 dias ocultaba la imagen de Jesus Humillado. En ese momento se encendieron todas las luces, sonaron campanillas y se abrió la persiana y ventana después de 3 días cerrada.
4. Conclusión.
Dando gracias a nuestros sagrados titulares nos despedimos con una oración para cada uno de ellos.
PD: Debido a la brevedad de las lecturas, al fácil montaje del altar y a que no se alargó el momento de la Resurrección, el culto duró poco menos de media hora. Algo que se agradeció sobre todo por la hermana asistente, puesto que más breve no se llega a desconectar.
Decir que la atención llevando los rezos de la hermana fue total, que ayudó en el desmontaje, que el hermano que organizaba tuvo que salir de la capilla a por un recipiente para quemar el incienso, cuando había uno dentro pero por la brevedad de las lecturas no lo vio. En resumen, que fue un cultl divertido y ameno donde hubo hermandad, que de eso se trata.
JESUS HUMILLADO HA RESUCITADO ALELUYA.