Tras la frase del salmo del día, y un tiempo de reflexión, leimos de forma solemne la oración " No me mueve mi Dios". Una vez acabada, se procedió a saludar a los presentes, explicar el culto a celebrar y dar gracias a Jesus Humillado por estar de nuevo juntos en dicho lugar.
Tras el rezo de un Padrenuestro, llegó un momento muy emocionante, comenzó a sonar el Padrenuestro cantado por Diana Navarro, y se encendió una pequeña luz que solo iluminaba el rostro de Jesus Humillado y que luego fue creciendo hasta iluminar todo el altar, para a continuación encender las luces de la capilla, la de la habitación y abrir las ventanas para dejar entrar la luz de sol.
Fue un momento muy bonito y emocionante pues el año pasado se intentó hacer y salió mal pero este año fue un éxito muy solemne, el recogimiento y la emoción nos embriagó a todos.
Con el rezo del Padrenuestro se purificó el altar y tras eso se leyó el evangelio diario.
A continuación hubo unas palabras de agradecimiento donde se habló directamente a Jesus Humillado, se inauguraron sus cultos y se explicaron en que consistírían estos.
Con el rezo de otro Padrenuestro, una despedida, un tiempo de reflexión, la frase del salmo del día, el canto de "Perdona tu pueblo señor" y el sonido de campanas el culto acabó.
Ya si ya estaba con nosotros Jesus Humillado en su altar, ahora empezaba su semana y estábamos muy contentos.
No podíamos haber empezado de mejor manera, todo había cuadrado, estuvo lleno de emoción y Jesus Humillado estaba más bello que nunca.
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