Como dije con anterioridad, este año quisimos celebrar la Epifanía del Señor como es debido y no desmontamos los adornos de la Navidad de la capilla ni el Nacimiento Benéfico en ese día, sino que lo dejamos.
Además siguiendo lo probado el año anterior que nos gustó tanto, decidimos clausurar la Navidad en la Corporación el mismo día que lo hace oficialmente la iglesia católica, o sea, el domingo posterior a la Epifanía, día que se celebra el bautismo de Jesús y eso hicimos, pero este año fue muy especial, pues para nada fue un momento triste, al contrario, fue un momento de fe, unión familiar y diversión.
Sobre las 12:00 horas, se rezaron oraciones a nuestros titulares y para sorpresa de los organizadores, seguido por todos los presentes, pues si este año éramos 3 los dedicados a desmontar el Belén y todos se presentaron voluntarios, a continuación se leyó el evangelio del día, se pusieron villancicos y se procedió al desmontaje.
Mientras uno quitaba los corchos, otros guardaban las tallas y otra quitaba las flores secas, mientras, esta limpiaba todo lo de la capilla, otro quitaba las telas y las tierras y otro desmontaba la estructura del nacimiento y así en menos de una hora todo estaba desmontado y guardado.
Por motivos técnicos no se ha podido poner foto de este acto.
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