El pasado viernes celebramos una vez mas nuestro culto mensual de oraciones, esta vez nos presentamos ante Nuestros Titulares con el alma y las velas encendidas y con la esperanza de ser purificados ante la Divinad. Costumbre que se pierde en el manto del tiempo y que ahonda en costumbre milenarias.
Los parroquianos salieron en una pequeña pero muy cuqui procesión con velas que depositaron encima de nuestra capilla y cada uno de ellos dio gracias y pidió deseos y buenas intenciones.
Acto seguido se leyo el Santo Evangelio de día el cual nos hablaba de las candelarias y nos retrotraías a momentos ancestrales y ritos de purificación, armonía y amor.
Como siempre dimos las gracias a Jesus Humillado y a Maria Bendecida por cuidarnos y darnos salud, cariño y amor. Agradecimos por tantos pequeños momentos y por haber vivido un tiempo de Navidad en amor y unidos.
A continuación y aprovechado la celebración de las Candelarias dirigismo una oración para pedir por los niños y amigos infantes de la Corporación y metimos a nuestro Niño Jesus el cual ha precedido todo el tiempo de la Natividad la capilla en su hornacina.
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