Aunque el culto se celebró muy empezado el mes, no queríamos dejarlo pasar y el 25 de octubre nos reunimos en la capilla, 2 hermanos.
A los sones solemnes de "Anima Christi" inicamos con olor a incienso, mucha luz y una grandísima solemnidad el culto de octubre.
Tras una frase del Santo Rosario y un momento de reflexión, hubo un saludo a los presente, oramos a nuestros titulares, se leyó el Evangelio diario. De forma breve e improvisada pero desde el corazón se dio gracias a Jesus Humillado y Maria Bendecida por todo lo que nos regalan a diario y pedimos por la salud de todos nuestros hermanos.
Una vez todo eso acabado, se inició el cuerpo en sí del culto, el Rezo del Santo Rosario.
Por primera vez los dos asistentes estuvieron sentados uno al lado del otro, fue un Rosario muy familiar con una constante compenetración entre los asistentes, miradas e intentos de seguirlo usando un Rosario.
Tras el Rezo, nos despedimos y el culto llegó a su fin.
Fue un culto muy solemne, cercano, relajante y gratificante.
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