Desde el día 5 estaban preparados, pero por causas externas hasta el 11 no los, pudimos trasladar.
Fue un traslado sencillo, donde las oraciones fueron los principales participantes.
Tras leer el evangelio del día, se procedió al traslado de Jesus Humillado, mientras se rezaban Padre Nuestro. Se quiso poner música de capilla pero no se hizo.
Lo que sí se llevó muy en serio fue el trabajo del mayordomo para anunciar el fin o el único del andar de las andas. Una vez JHC en su camarín se procedió a trasladar a Maria Bendecida.
Mientras se rezaba el Ángelus, Ella inició su caminar. Caminar que fue continuado con el rezo del Ave Maria repetidamente.
Lo iniciamos todo con mucha solemnidad que por causas ajenas se fue perdiendo.
Además de la labor magnifica de la mayordoma, debemos decir que de la capilla provisional a nuestra capilla hay un desnivel de dos plantas pues bien las oraciones se continuaron y se dirigieron desde la planta baja a la primera.
El traslado se deseaba hacer, pero nos traían tantos recuerdos encontrados que por un lado deseábamos que acabará, que continuará, estábamos tristes, alegres.
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