El acto muy sencillo, leimos el evangelio del día, se leyó y reflexionó sobre Maria como Hija predilecta del Padre, quemamos incienso y se oyeron cantos a l aVirgen, estos últimos no eran los que deseábamos, porque estuvimos toda una noche buscando canciones idóneas pero no dimos con niguna que nos gustara.
Fue un acto corto y sencillo, tras ellos el Altar fue muy visitado a lo largo del día.
El Albacea y la camarera primera de Maria Bendecida, no quedaron muy conforme con el mismo y a lo largo del día lo transformaron quitando, unos cuadros y algunas ánforas con flores.
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